El otoño nos recuerda la sabiduría de los árboles, que sueltan sus hojas con serenidad y
gratitud, dejando ir lo que ya ha cumplido su ciclo. En este tiempo de transformación, la
naturaleza nos muestra que soltar es también un acto de cambio profundo, un espacio
necesario para que lo nuevo pueda surgir.
Noviembre llega con la quietud del otoño, invitándonos a sumergirnos en el abrazo de la naturaleza, que poco a poco se prepara para el descanso invernal. Es un mes que nos invita a reflexionar sobre lo que dejamos atrás y lo que está por venir, mientras la tierra nos enseña sobre la metamorfosis de la vida y su continuo renacimiento. En este tiempo, podemos acercarnos aún más a las profundidades de la naturaleza, con ternura y curiosidad, explorando su sabiduría y encanto.
ACTIVIDAD 1. Huellas de la tierra: estampando hojas y plantas en arcilla
El otoño nos regala una gran variedad de hojas, flores y semillas caídas que podemos utilizar para crear impresiones en arcilla. Si tenemos la suerte de recoger arcilla del campo, o si optamos por comprarla, podemos hacer de ella una base para crear pequeñas obras de arte que capturan la esencia de la estación.
Al ir estampando las hojas y plantas sobre la arcilla, sentimos su textura, su fragilidad y su historia. Una vez que las huellas estén secas, podemos pintarlas con colores suaves que recuerden a la temporada: tonos cálidos, ocres y dorados, que reflejan la luz suave del sol otoñal. Esta actividad no solo nos conecta con la naturaleza, sino que también nos permite conservar un pedazo de ella en nuestras manos, como un recuerdo de la tierra que nos sostiene, nos alimenta y nos conforma.
ACTIVIAD 2. Compostera: el ciclo que nunca termina
En este tiempo de reflexión, podemos profundizar en el concepto de la renovación natural a través de la creación de nuestra propia compostera. El compost es un maravilloso recordatorio de cómo lo que parece perdido puede convertirse en algo nuevo, nutritivo y vital.
Junt@s, podemos buscar un lugar especial en el jardín o en el patio donde comenzar nuestra compostera. Recolectar restos orgánicos de la cocina, hojas secas, ramas pequeñas y otros elementos naturales nos enseñará sobre el poder de la transformación. A medida que el compost crece y se descompone, veremos cómo la vida se reinventa constantemente, mostrándonos que todo tiene un propósito y que la tierra siempre encuentra formas de renovarse.
ACTIVIDAD 3. Animales bajo tierra: los secretos del otoño
A menudo, lo que sucede bajo la tierra pasa desapercibido, pero en noviembre, el otoño nos invita a mirar hacia abajo, hacia el misterio que se oculta bajo nuestros pies. Muchos animales se preparan para el invierno en secreto, creando su hogar bajo la tierra, donde se resguardan y descansan.
Podemos investigar junt@s sobre estos animales subterráneos: topos, conejos, lombrices y otros, descubriendo cómo viven, qué hacen en esta estación y cómo contribuyen al equilibrio de la tierra. Al aprender sobre estos seres ocultos, nos conectamos con la vida que sigue su curso, aunque no siempre la veamos. Esta actividad es una forma de honrar la invisibilidad de muchos procesos naturales, recordándonos que la vida no siempre necesita ser vista para ser vital.
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